Dobla y desdobla el borde del delantal, acomodando al infinito imaginarias tablas, que no se terminan nunca de formar.
Dobla el pañuelo, lo desdobla, lo vuelve a doblar marcando líneas con los dedos en la misma dirección una y otra vez.
Sin mirar la tarea que hace, mecánicamente una o otra vez, desde su falda al infinito de sus ojos y vuelta al revés.
Sus ojos, que miran al infinito dispersando recuerdos al azahar.
Horas pensativas, ¿en que piensas ahora cuando piensas mamá?
Un poco perdida está su mente, atrapada entre su ayer, su hoy y su talvez mañana.
Su ayer que pelea aún en los campos de batalla de la otrora memoria, su hoy que no es más que este instante mismo…
Su mañana… ¿que es el mañana sin un ayer ni un hoy?
El
rojo de las rosas, el gris de los gorriones, el blanco de las paredes
que la encierran, son el raro arco iris que precede a la tormenta que
amedrenta.
Ha llorado. Aunque no veo sus lágrimas, se que ha llorado.
Yo he llorado mil veces escondiendo mis lágrimas.
Ha olvidado, del tiempo sus tiempos, de sus pasos su andar.
Yo ya no tengo tiempos que no pertenezcan a sus tiempos. No tengo pasos que no sean de su andar.
Una bronca contenida se quiebra y enmudece en mi pecho.
Se mutila en mil pedazos la ternura mirándola...
No
es fácil atreverse a declararle la guerra a un enemigo que no se deja
ver, que es invencible al parecer, que silenciosamente levanta día a día
la bandera de lo inevitable en nuestra cara.
No es fácil perder cada día una batalla, aún no perdiéndola.
No es fácil.
Toda
la tristeza del mundo cabe en un pañuelo doblado, en el borde de un
doblado delantal…, mientras miro a mi madre desdoblada en su mundo
llamado Alzheimer.
No olvides madre, que yo no te olvido.
.....“Muchas
de las palabras de este triste poema… son parte de un escrito que leí
por ahí de alguien que sintió en algún momento el mismo dolor por la
enfermedad de su madre, que es el mismo que siento Yo hoy por el
padecer de la mía.
Me identifico en cada línea plenamente, las
adapto a mi realidad, le he intercalado líneas propias y le agrego mi
mirada y vivencia personal”
Desgraciadamente,
esta enfermedad se ha cruzado en la vida de mi madre a una edad y en
una etapa avanzada. Por eso traté de investigar mucho que es lo que se
puede hacer por ella que desgraciadamente hoy la padece para poder
transitarla lo mejor posible.
Cuando se presenta el Alzheimer, lo
hace de forma progresiva, a veces no nos damos cuenta hasta que un día
cualquiera se hace notar, de golpe sin aviso, en el lenguaje, las
acciones, las reacciones o la falta de las mismas….
Se desencadena
de tal forma que cuesta mucho a la familia aceptar y entender que la
persona que tanto se ama de pronto actúa de tal o cual forma y uno se
pregunta ¿que hacer? ¿como ayudar?.... ¿como seguir? … hasta que después
de buscar muchas opiniones de médicos y consultas que aclaran mucho y
ayudan, pero que no pueden dar soluciones definitivas… uno se da cuenta
que lo que debe hacer es aceptar lo que se presenta, abrazar al ser
querido en todos los sentidos y así junto a él, enfrentar día a día este
dolor que se presenta con todo el amor y la dedicación que se pueda.
Lo
principal y mas necesario para la persona que padece este mal, lo que
mas necesita, es sentir el acompañamiento de la familia siempre, el
cuidado, el sentirse protegida y sobre todo amada.
Dentro del
preocupante tema de esta dolencia, una de las recomendaciones médicas
para poder controlar algunos factores de esta terrible enfermedad,
además del cuidado y la atención constante, ayuda mucho que el paciente
participe en actividades intelectuales y de esparcimiento, como juegos
de mesa, sopas de letras, dibujos, música, talleres de plástica, etc.
Necesita
un entorno de cuidados extremos, pero también necesita esparcimiento y
distracción. Todas las actividades que le permitan ejercitar aunque sea
en pequeña medida su memoria y su entendimiento son buenas…., también
darle alegría, sonreírle, ayudarle a recordar con una caricia y un
beso…. lo que le cuesta recordar.
Por último, pienso que mejor
remedio, el más efectivo y beneficioso para esta cruel enfermedad que le
toca sufrir hoy a mi madre…el mejor de todos sin duda, es demostrarle
día a día el inmenso amor que le tengo.
Alicia Díaz C.
A la memoria de mi madre... Carmen Caramés
Un poco más de Información:
¿Qué es la Enfermedad de Alzheimer?
La Enfermedad de Alzheimer lleva el nombre del Dr. Alois Alzheimer, quien la describe en 1906.
Es
la causa más común de demencia. Entendemos por demencia el declinar de
las funciones intelectuales del paciente, si lo comparamos con el nivel
de funciones que tenía anteriormente.
La demencia surge
como resultado de un deterioro neurológico. No se trata de una
enfermedad en sí, sino que se utiliza para describir a un grupo de
signos y síntomas.
Afecta a todos los grupos sociales y no hace distinción de sexo, de grupo étnico ni lugar geográfico.
Por lo general, afecta a personas de 60 años y más, aunque puede aparecer en pacientes más jóvenes.
Los
síntomas más frecuentes se relacionan con pérdida de memoria,
confusión, dificultades en el lenguaje, el razonamiento, pensamiento,
desorientación en tiempo y espacio, problemas para llevar a cabo
actividades conocidas y habituales, cambios en el comportamiento, humor,
personalidad.
El deterioro es gradual y progresivo. Se
presentan algunas variantes según se trate de demencia tipo EA,
Multinfarto, Pick., etc. De todas formas, a los fines del cuidado del
paciente, podemos agruparlas.
La EA afecta a cada
persona de diferente manera. Su impacto depende, en gran parte, de cómo
era la persona antes de la enfermedad, su personalidad, condición física
o estilo de vida. No todas las personas con EA mostrarán todos estos
síntomas, ya que varían de un individuo a otro en forma progresiva.
La Enfermedad de Alzheimer se manifiesta con:
Olvidos frecuentes.
Fallas de atención: No puede concentrarse mucho en una tarea.
Distracciones significativas.
Repite siempre lo mismo.
Acusa a otros de sus fallas.
Cambios de conducta: desgano, apatía, irritabilidad, nerviosismo, humor cambiante, actúa "raro".
Falla en tareas habituales.
Problemas de comunicación. No encuentra las palabras adecuadas.
Oculta y disimula los errores o fallas.
Puede acompañarse con una depresión.
Se siente limitado e inseguro.
Se desvaloriza, pierde su autoestima.
Etapas Evolutivas de la EA
Se
pueden agrupar los síntomas de la EA en el contexto de tres etapas de
desarrollo: etapa temprana, etapa intermedia y etapa tardía.
Esta
división por etapas sirve como guía para entender el progreso de la
enfermedad, para ayudar a los cuidadores a estar alertas a problemas
potenciales y permitir planificar las tareas futuras. Cada persona
seguramente vivirá el progreso de la enfermedad de una manera distinta.
Algunos de los aspectos que mencionaremos, pueden aparecer en cualquier etapa.
Es
importante tener en cuenta que en todos los períodos pueden aparecer
cortos momentos de lucidez y la memoria afectiva permanece en ellos.
Primera Etapa
Por tratarse de una enfermedad gradual, es difícil precisar el momento exacto de su comienzo. Puede presentar:
Olvido progresivo.
Confusión con respecto a instrucciones, decisiones y manejo del dinero.
Pérdida de espontaneidad e iniciativa.
Acciones y manifestaciones repetitivas.
Cambios de personalidad o de humor.
Alguna desorientación en cuanto a tiempo y espacio.
Dificultades en el lenguaje.
Segunda Etapa
A medida que la enfermedad avanza los problemas se van haciendo más evidentes y sus actividades más restrictivas.
Dificultad en reconocer amigos cercanos y familiares.
No puede retener experiencias nuevas.
Deambular. (Idas y venidas sin ninguna finalidad).
Inquietud.
Espasmos o contoneos musculares ocasionales.
Dificultad en organizar sus pensamientos.
Puede estar irritable, nervioso.
Se vuelve descuidado o confuso con respecto a la vestimenta e higiene personal.
Es incapaz de vivir solo sin problemas.
No puede cocinar, limpiar o salir solo de compras.
Puede perderse, aún en su propia casa.
Puede ver u oír cosas que no existen.
Mayor necesidad de estimulación.
Puede aparecer incontinencia.
Tercera Etapa
En
esta etapa, el paciente está en total dependencia de su cuidador. Los
problemas de memoria son muy serios y se hace más notable su deterioro
físico.
Pérdida de peso, a pesar de una dieta adecuada.
No puede realizar ninguna actividad de cuidados diarios solo.
Se comunica muy poco o nada.
Pierde la habilidad de caminar o sentarse.
Duerme más.
Pueden aparecer dificultades para tragar (alimentos y líquidos).
Propenso a infecciones, especialmente respiratorias
El
21 de Septiembre fue elegido por la OMS como el Día Internacional del
Alzheimer, también conocida como la "enfermedad del olvido". Más de un
30% de los afectados por el Alzheimer en nuestro país, carecen de un
diagnóstico formal de la enfermedad, ya que los pacientes llegan
demasiado tarde a la consulta.